Las historias de estos tres emprendedores te darán el impulso que necesitas para animarte a hacer realidad esa idea de negocio que tienes en mente:
Javier Gil Llorens, de la quiebra al éxito:
Javier es un gran ejemplo de que las cosas suceden por alguna razón y que cuando algo termina, nuevas puertas se abren para que llegue algo mejor.
Durante más de 30 años dirigió un negocio exitoso que lo hizo merecedor de un premio a la empresa del año, sin embargo la crisis financiera del 2008 lo dejó en la ruina y aunque perdió todo su patrimonio, nunca cayó en la desesperación.
Después de reflexionar, concluyó que su secreto para mantenerse impasible ante este desafortunado evento fue su espiritualidad, una fortaleza interna superior a los obstáculos que vivió en ese momento.
Para él, el trabajo interior resultó ser más sólido que el del mercado y eso fue lo que lo ayudó a mantener la calma.
La otra conclusión a la que llegó fue que para él sería absurdo intentar volver a vivir algo que ya había experimentado, que las cosas acaban por algo y que sería mejor darle paso a una nueva experiencia.
Fue así como cambió su rumbo formándose como coach ejecutivo y programador neurolingüístico, abrió su propia consulta y hasta el día de hoy es un exitoso personal trainer, conferencista y profesor, que ha ayudado a transformar la vida de muchas personas, especialmente empresarios.
ATA, el proyecto de un pintor ciego y emprendedor de 73 años
ATA es el nombre artístico Ataulfo Casado Bustarviejo, un talentoso pintor que decidió emprender a una edad avanzada.
Comenzó a pintar desde muy joven, la vida presagiaba para él un futuro brillante. Con 17 años ya había cosechado muchos premios como pintor y se había convertido en el copista joven más famoso del Prado.
La pintura fue su principal medio de ingresos vendiendo numerosas réplicas de los cuadros del Prado en el extranjero y a través de exposiciones.
Sin embargo al cumplir los 40 años la ceguera truncó su éxito, a causa de este problema dejó de pintar.
Pasaron muchos años antes de que decidiera retomar su actividad, pero gracias al apoyo de un acompañante que lo ayudó a preparar la mezcla de colores y los espacios donde debía pasar la brocha, logró hacerlo y desde entonces ha pintado más 70 cuadros sin ver nada.
Recuperando su entusiasmo por la pintura, decidió montar su propia galería virtual donde vende sus propias obras, enseñándonos que una discapacidad física no puede limitar nuestros sueños.
César Rivero, de camarero a empresario
Desde temprana edad César se sintió como un emprendedor, aunque para lograrlo tuvo que pasar un tiempo y algunos eventos.
Animado por su madre, a los 18 años se mudó de Elche a Madrid, donde inició trabajando como camarero hasta que un día le propusieron un puesto comercial en una gran empresa, donde llegó a dirigir y a gestionar un equipo de ventas.
Su sueldo era bueno y como eran tan joven, disfrutaba y gastaba mucho, hasta que se vio inundado por las deudas.
Para salir del aprieto, decidió emprender varios proyectos sin tener éxito, por lo que decidió volver a emplearse como comercial en una inmobiliaria y allí fue donde su vida cambió.
En compañía de su jefe y ahora socio José Llanos Moreno, comenzaron a invertir y a ganar dinero lo que se conoce como Flipping Houses -comprar inmuebles viejos, rehabilitarlos y venderlos o alquilarlos a buen precio, hasta fundar su primera empresa de Real Estate: Caduceum Inversiones J&C SL.
A este proyecto se le sumaron otros como la Academia de Inversores Inteligentes o VIFLIP. Actualmente es toda una figura en redes sociales, se ha encargado de potenciar su marca personal y su objetivo es hacer crecer una comunidad regida por la filosofía YE$$$: “Ya estoy sumando + dinero + aventura + familia”.
Fuente: https://www.emprendedores.es/casos-de-exito/motivacion-emprendedores-exito-inspiracion-montar-negocio/